domingo, 29 de marzo de 2015

"MONTEAGUDO Amontillado", brisa sanluqueña embotellada

Elaborador/Bodega: Delgado Zuleta
Variedades: Palomino Fino (100%)
Grado alcohólico: 18,5%
Precio orientativo: 13 €
Denominación de Origen: DO Jerez-Xerès-Sherry


Datos sobre la elaboración: La elaboración de los vinos de Jerez, y la delimitación de las diferentes tipologías de vinos que allí se elaboran daría para escribir todo un libro, así que simplemente, daré una pequeña pincelada, aceptando que muchas de estas cuestiones deben ser explicadas con mayor detalle.
 
La magia de todos estos vinos reside en tres cuestiones fundamentalmente: por un lado, el "terroir" (la viña en el Marco es de terreno blanco de Albariza, muy calcáreo, que retiene muy bien la poca agua de lluvia que se recibe en la zona); por otro, la aparición durante la crianza de los vinos de una capa o velo (el denominado velo flor) que forman las levaduras y que mantienen el vino alejado del contacto con el oxígeno, a la vez que le transmiten de ciertas características organolépticas que son las que hacen que estos vinos sean tan particulares; por último, también es decisiva la denominada crianza dinámica, en Soleras y Criaderas, que consiste en ir traspasando parte del vino de unas barricas a otras (de las situadas en la parte más alta a las inferiores) con lo que se consigue una homogeneización de todo el vino que se va a embotellar y que es el que se saca de la barrica situada más cercana al suelo (de ahí su nombre de Solera).
 
Partiendo de estos parámetros, y por tanto, en los vinos secos, a partir de una crianza inicial bajo este velo flor antes citado (con la excepción de los vinos Olorosos), podemos diferenciar lo que son vinos Finos/Manzanillas, los Amontillados y los Palos Cortado, en función del tiempo en que se produce esa crianza en contacto con el velo. La calidad del velo es lo que determinará si el vino realiza toda su crianza bajo velo flor y obtendremos entonces vinos finos y manzanillas, o si, tras un período más o menos largo de esa crianza, la bodega considera que el vino no tiene condiciones para ser un fino de calidad, con lo cual se encabeza (añadiendo alcohol vínico) y se pasa a una crianza ya oxidativa, dando lugar entonces a los Amontillados y Palos Cortados.
 
Por tanto, concluyendo esta breve introducción, el Amontillado es un estilo de vino que pasa por una fase de crianza biológica bajo este velo flor, y posteriormente una etapa de crianza oxidativa en "pipas" de roble americano, de 600 l de capacidad, durante un tiempo variable, que para el caso del Amontillado Monteagudo es entre 10 - 12 años.

 
Otras cuestiones: La Bodega Delgado Zuleta, que visité en el mes de agosto pasado, se ubica en Sanlúcar de Barrameda, una de las 3 localidades que junto a Jerez y al Puerto de Santa María conforman los vértices del denominado Marco de Jerez, dentro del cual se elaboran estos vinos tan especiales como son los vinos de Jerez.

Delgado Zuleta es según me contaban la más antigua de todo el Marco de Jerez, ya que empezaron a elaborar sus vinos allá por el 1744 y salen hoy día al mercado bajo varias marcas de vinos de jerez, una de las cuales es Monteagudo.  
 
  

Nota de Cata
 
 
Visualmente estamos ante un vino de un precioso color ambarino intenso, con reflejos cobrizos, que es a la vista ciertamente atractivo.
 
En nariz percibimos las notas tan propias de todos estos vinos de Jerez que nos evocan la brisa de esos pueblos marineros gaditanos,  esa nota de salinidad muy sutil y yodada, que también van acompañadas de los aromas que le confiere al vino la crianza biológica bajo el velo flor: notas de levadura, hongo y de fruto seco (almendra cruda y avellana).

Los amontillados en general son, en mi opinión, vinos para disfrutar con tiempo por delante, ya que no podremos ser conscientes de todos los matices que nos van a ofrecer tanto olfativamente como gustativamente, si no le damos su debido tiempo en copa. En nariz por ejemplo, a aquellas primeras notas antes descritas, se van sumando, a medida que transcurren los minutos,  notas más cálidas, más golosas, que particularmente me recuerdan al tofe y a la canela en polvo.

En  boca se muestra muy brioso desde un buen inicio; desborda su salinidad punzante y una acidez vibrante. Son éstos, aspectos bastante comunes en estos vinos, si bien quizás esa salinidad es aquí más acusada que en otros amontillados que he probado con anterioridad (desconozco si es una característica más propia de los amontillados sanluqueños frente a los elaborados en Jerez).

El postgusto en boca es largo, volviendo los sabores que percibíamos en nariz de hongo y sotobosque que sin duda tienen su origen en la crianza biológica.

Conclusión. Los vinos de Jerez en general y, en particular, los amontillados, son para el público en general algo complicados de entender, si bien, en mi humilde opinión tienen dos características que los hacen sumamente interesantes:

1.-  de un lado, su autenticidad y originalidad. Son vinos únicos en lo que se refiere a su forma de elaboración (con permiso de los vinos del Jura) y más si tenemos presente que se elaboran a partir de una variedad como es la Palomino Fino que en apariencia es poco apreciada, por su alta acidez y su escasa expresividad aromática.

2.- Por otro lado son vinos ideales para maridar. Combinan a la perfección con productos tan nuestros como son el Jamón ibérico, los langostinos, los productos de salazón, y con otros tales como los frutos secos. Su carácter acético y salino hacen que sean también los vinos ideales para comer ensaladas y aquellos productos que son los más difíciles de maridar por su elevado amargor,  como espárragos, alcachofas.  Dicen los entendidos que, concretamente el amontillado, es ideal para las cremas calientes, que son platos a priori,  también difíciles de maridar por su textura y por su temperatura.

En cualquier caso son vinos que no se parecen a otros y solo por eso merece la pena probarlos. 
 
  

jueves, 26 de marzo de 2015

"BIU Blanc 2010", la rareza que vino de las alturas

Elaborador/Bodega: Celler Batlliu de Sort
Variedades: Pinot Noir (50%) y Viognier (50%)
Grado alcohólico: 12,5%
Precio orientativo: 14 €
Denominación de Origen: DOC Costers del Segre


Datos sobre la elaboración: El vino fermenta en depósitos de  inox y permanece durante 10 meses en crianza reductiva con sus lías.
 
Otras cuestiones: Estamos ante un vino de los que se denominan "Blanc de Noirs", esto es, un blanco elaborado a partir de una variedad tinta, en este caso, la Pinot Noir, que se vinifica tal como se elabora un vino blanco (leve prensado, nula o prácticamente inexistente maceración con pieles, descubado y fermentación en inox del mosto).


La Bodega Batlliu de Sort tiene algunos de sus viñedos a una altura que supera ligeramente los 900 metros, lo que sin duda incide en el producto que se obtiene dado que en la zona la temperatura mínima media está rondando los 4º C y la máxima no llega a los 17 ºC.  La de plantar viñedos en altura es una de las alternativas que los elaboradores están adoptando para evitar la excesiva maduración de la uva y la consiguiente alta graduación de los vinos en lugares como nuestro país, con una insolación elevada.
 
  

Nota de Cata

A la vista nos topamos con un vino limpio, brillante, de cierta densidad aparente. De color amarillo limón intenso, algo oxidado,  una tonalidad que no estamos demasiado acostumbrados a ver en  vinos blancos. Los reflejos son dorados, y en conjunto tiene una apariencia visual atractiva.

En nariz tiene buena expresividad ya de inicio, si bien hay que advertir que la paleta aromática que podemos encontrar no es nada convencional y mucho menos en vinos blancos: hay notas lácticas, de batidos de cacao, chocolate blanco y una sutil nota herbácea de fondo.

Al transcurrir el tiempo, en copa van apareciendo nuevas notas, como aromas de levadura, bollería, y  notas propias de la crianza bajo velo flor, característica de los vinos de Jerez.  No se agota aquí la percepción aromática, porque tras una fuerte aireación es cuando afloran los aromas más frutales, concretamente  de manzana Golden madura  y unas puntas de eucaliptus  y resina de pino.

La conclusión es que tiene una nariz que puede gustar en mayor o menor medida dependiendo de las preferencias personales de cada uno, pero no puede negarse que el vino tiene aromáticamente una notable complejidad.

Pasando a la boca, percibimos un vino de acidez muy vibrante ya desde el primer instante. Esta acidez cítrica es lo más destacado ya que su paso por boca es algo ligero y vacío; coloquialmente diríamos que le "falta chicha". El final es sin embargo interesante, bastante profundo y largo, con notas de regaliz, gominolas de fresa, pomelo  y una presencia bastante perceptible de esa nota oxidativa o ajerezada que ya se apreciaba en nariz. A modo de resumen, y haciendo un símil cinematográfico,  podría decirse que es un vino con unas primeras escenas prometedoras, y un final interesante, pero donde el argumento se queda a medio camino y en el que hay "poca historia que contar"

El "Biu 2010" es por así decirlo un vino extravagante, poco convencional. Su marcado carácter vínico proveniente de su elaboración como "blanc de noirs", y esas notas oxidativas antes mencionadas,  hacen que quizás no sea el vino que elegirían aquellas personas que prefieren tomar vinos blancos de poco cuerpo o vinos muy aromáticos/florales. Es un vino distinto, una opción para quienes les guste probar cosas novedosas y que vinos que se alejan de lo habitual.
 


 

martes, 24 de marzo de 2015

VITIS VINÍFERA 2015

Ayer tuvo lugar en el Teatre Nacional de Catalunya una nueva edición - la octava - del "festival" de vinos VITIS VINIFERA que organiza la distribuidora Cuveé 3000. Me gusta denominarla así, "festival" porque ciertamente es eso, una fiesta por todo lo alto donde el vino, sus elaboradores,  los profesionales y los amantes del vino, son los protagonistas. Cien fueron las bodegas, algo más de 500 vinos los que ayer podían degustarse.
 
Cuando acudo a estos eventos suelo prepararme un "guión" con aquellas bodegas y vinos que quiero probar, ya que es fácil perderse entre tanta botella. Considero que es recomendable hacerlo porque todo y con eso, cuando uno hace balance, una vez ha salido de la feria, se da cuenta de que se ha dejado mucho por probar y, por consiguiente, mucha información que no ha podido recoger directamente de quienes más saben de sus vinos.
 
Entrando ya en materia, mi paso por VITIS VINIFERA se ha reducido a probar unas decenas de vinos (unos 50) en las cerca de 3 horas y media que deambulé por la sala del TNC donde se organizaba el evento. Pueden parecer pocos vinos...y lo son, pero también es cierto que los sentidos se van saturando a medida que uno va catando en una y otra mesa, y el tiempo pasa volando si intentas averiguar algo más de como se elaboran esos vinos interactuando con los viticultores.
 
Me doy cuenta de que cada vez más me alejo de los vinos más convencionales; busco aquellos vinos que me emocionen, aquellos vinos que sean más auténticos, y que por esa autenticidad, sean vinos también más raros y distintos entre sí. Busco vinos con identidad propia, pero eso sí, que sean agradables al paladar y al resto de sentidos.
 
Enlazando con lo dicho en las líneas anteriores, me doy asimismo cuenta, y esto puede que no sea bien entendido por parte de mucha gente que lea estas líneas, que cada vez me atraen menos los vinos de zonas tan emblemáticas de nuestro país como Rioja y Ribera del Duero. Ayer sin ir más lejos, pude probar algunos  de los vinos que elaboran grandes bodegas de estas zonas (por poner dos ejemplos, Contino y Pago de los Capellanes), y sí...nadie puede negar que elaboran vinos estupendos como lo son el "Viña del Olivo 2010" o el "Picón 2009", pero no se apartan ni un milímetro de lo que sabemos que es el perfil de Riojas y Riberas del Duero.
 
Esta breve introducción sirve como explicación del porqué la mayoría de los vinos que he destacado en esta crónica pertenecen a pequeñas bodegas, y son, en muchos casos, vinos que se clasificarían como "vino natural". De mi paso por VITIS VINÍFERA destacaría las siguientes bodegas y vinos:
 
Alvaro  Castro. Estamos ante un elaborador portugués de notable calidad. La bodega saca sus vinos bajo la denominación DAO. Si algo tienen los portugueses es un gran abanico de variedades de uva autóctonas que ellos intentan explotar y no se ven intimidados por las tendencias del público consumidor que compra vinos si son de tal o cual variedad francesa.  Sus vinos blancos "Quinta da Pellada Primus Branco 2012", elaborado con variedades portuguesas (Encruzado, Cercial, Bical, Verdelho,etc) , fermentado en barricas grandes nuevas de 400 litros y posterior batonnage durante 3 meses, es sensacional, con una aromática muy interesante y  en boca envolvente y con el punto justo de madera. Según me explicaron la técnica del batonnage ayuda a precipitar las proteínas y el ácido tartárico del vino, de forma que después de este batonnage el vino está ya estabilizado y puede embotellarse sin prácticamente necesidad de añadir nada de química sintética.
 
El otro vino blanco que tenían ayer para probar, "Quinta da Saes Reserva Branco 2010" es un  monovarietal de Encruzado, sin madera, y que según me explicaron evolucionará positivamente en botella durante los próximos 5-10 años. Es la encruzado una variedad con mucho potencial de guarda. Un vino fresco, directo, pero a la vez con mucha estructura en boca.
 
Envínate. Interesante también este proyecto de varios viticultores que elaboran vinos en tres zonas de nuestro territorio  como son Tenerife, Extremadura y Ribeira Sacra, bajo un común denominador como es la de tener un perfil atlántico.
 
Muy interesantes los blancos de Tenerife, "Tanagan Blanco" y "Tanagan Amogoje" de viñas plantadas sobre suelo volcánico (variedades como la Listán blanco, Malvasía, Marmajuelo, etc)  que transmiten esa mineralidad tan rotunda al vino, tanto en nariz como en boca. Son vinos con buena frescura pero con mucha salinidad y mineralidad.
 
De los tintos, probé tanto los elaborados en Ribeira Sacra, "Lousas Seoane" y "Lousas Camiño Novo", de la variedad mencía, con mucho carácter atlántico, frescos, florales, pero el que en mi opinión merece mayor atención fue el "Tinta Amarela Valdemedel", que es el único elaborado en tierras extremeñas, a partir de esta variedad autóctona portuguesa, y que me pareció que conservando esa frescura atlántica característica, era sumamente goloso y con un marcado carácter especiado en boca muy sugerente.
 
Artadi. Artadi elabora en Rioja, Navarra y Alicante. De entre las bodegas más conocidas y con más implantación quiero destacarla porque de los vinos que ayer presentaban, me sorprendió gratamente "El Sequé 2013", , dentro de la denominación de origen Alicante, con 12 meses de crianza en roble francés de 2ª o 3r.  año, monovarietal de monastrell, y que pese a los 14,5% de alcohol y su perfil mediterráneo no era en absoluto pesado y eso es francamente complicado de conseguir.
 
Dario Princic  y Radikon. Empezamos con estos dos elaboradores con los vinos ya menos convencionales de la tarde. Los trato en un  mismo bloque porque son vinos de una misma zona geográfica (Italia-DOGC Venezia Giulia) y que tienen muchas similitudes entre sí, y alguna que otra diferencia en su elaboración.
 
Unen a estos dos productores la calidad de sus vinos, y su esencia de elaborar vinos naturales, con una  mínima intervención por parte de ellos y largas maceraciones con pieles pese a tratarse de vinos blancos (entre 20-35 días en la mayoría de casos). Ello produce vinos con tonalidades ambarinas y con mucho potencial de envejecimiento ya que esos largos periodos de maceración transmiten al vino los antioxidantes necesarios para su mejor conservación.
 
 Las fermentaciones son espontáneas y tienen lugar en fudres de madera (Darío Princic las lleva a cabo con barricas abiertas, y Radikon con barricas cerradas); la otra diferencia es el tiempo de crianza posterior de los vinos, ya que Dario Princic somete casi todos sus vinos a crianzas de 2-3 años en barricas de 470 litros, mientras que en Radikon las crianzas se sitúan en torno a los 4 años.
 
Si se tiene oportunidad vale la pena probar el "Trebez 2010", de Princic, elaborado a partir de Sauvignon Blanc, Chardonnay y Pinot Grigio,  o bien el "Oslavje 2007", con 4 meses de maceración con sus hollejos, y elaborado por Radikon a partir de las mismas variedades que el anterior.
 
El resto de sus vinos, son igual de rompedores y especiales: "Jakot 2010" (Princic) y "Jakot 2007" (Radicon), que son monovarietales de Tocay friuliano (el  nombre del vino es la denominación de la uva al revés).
 
La Salada. El enólogo Toni Carbó elabora estos vinos siguiendo una metodología de vino natural en las 2 Ha de terreno que tiene esta bodega. Son vinos que sorprenden ya desde su puesta en escena porque visualmente rompen con todos los esquemas y en algún caso, como es el de "Bufarrella 2014" no nos atreveríamos a decir antes de probarlo que lo que vamos a tomar es vino, porque de su apariencia no parece deducirse ello.
 
Probé de esta bodega los dos vinos blancos  - blancos, por clasificarlos de algún modo-: "Ermot 2014
", de macabeu 100%, elaborado a partir de un prensado muy suave, fermentado en depósitos de aluminio 5 meses y embotellado directamente. Es un vino con mucha madurez en nariz y en boca muy anisado, y con notas de golosinas y regaliz.
 
El "Bufarrella 2014" rompe nuestros esquemas ya solo con verlo en la copa...aquí tenéis una fotografía. Es un monovarietal de xarel.lo, con 6 meses de maceración pelicular en depósitos de aluminio. La nariz empieza algo "dormida" pero la boca es una explosión de anís estrellado y notas herbáceas.  Sin duda si se quiere sorprender a alguien este es el vino indicado para ello.
 
Vinos Ambiz. Bodega ubicada en la Sierra de Gredos. Pude conversar largamente con su elaborador, Fabio Bartolomei, un italiano de origen escocés, tremendamente afable. De esos orígenes, de ese cruce de culturas, no podía salir de su cabeza y de sus manos como viticultor algo convencional.  Me comentaba Fabio que vende muchos de sus vinos a Francia, pero que dentro de nuestro país, con la excepción de Cataluña, donde estos vinos se están afianzando, es muy complicado venderlos.
 
Probé toda la serie de blancos, que fueron un total de 5. Ninguno de sus vinos lleva crianza en barrica, y todos ellos son monovarietales. Mencionaré dos:
 
 El "Malvar 2013" es un monovarietal de Malvar, que elabora con maceración de pieles durante 1 año dentro de una tinaja de barro. Tiene aromas de infusión, manzanilla, y notas muy raras como de pintura. Es muy untuoso, sin duda por la crianza en la arcilla y no deja indiferente.
 
El "Albillo 2014" es potencia en boca, notas muy anisadas, casi de destilación, y también de boletus. En boca es muy graso y con gran calidez. Muy interesante y muy distinto a otros vinos que se puedan probar.
 
 
El año próximo...más...
 

lunes, 16 de marzo de 2015

"TARDIEU LAURENT GUY LOUIS 2012", la elegancia se hizo vino

Elaborador/Bodega: Emile Tardieu
Variedades: Marsane (55%), Garnacha Blanca (15%), Roussane (15%) y Viognier (15%)
Grado alcohólico: 13 %
Precio orientativo: 20 €
Denominación de Origen: AOC Côtes du Rhone (France)

Datos sobre la elaboración: Es este un vino elaborado con viñas relativamente de cierta edad: 70 años tienen las de Garnacha, 60 las de Marsane, y 40 las de Roussane y Viognier,. El vino en envejece por un tiempo que no se indica en la etiqueta (en mi opinión no inferior  a 6 meses) en fudres grandes de roble francés, nuevos o que han contenido un vino.
 

NOTA DE CATA

Probé este vino por segunda vez ya hace cosa de un mes y desvelando el final diré que, particularmente, lo encuentro sensacional. En copa muestra un color amarillo limón bastante subido, que ya inclina a pensar en una cierta crianza en madera (aunque el color no solamente sea indicativo de eso, y ello nos pueda llevar a confusión), y unos reflejos oro nuevo muy pulcros. Es brillante, quizás en exceso, porque tiene una luminosidad que sinceramente parece la de un vino muy tratado (fuerte filtrado, clarificado) para dotarlo de esa imagen impactante. Pese a lo dicho, el elaborador en su página web hace mención a que el vino no se clarifica y se embotella tras un filtrado muy leve.

Se muestra denso en copa, viscoso y al acercar la nariz por primera vez puede apreciarse su generosidad aromática ya de inicio; fruta de hueso bien madura, albaricoques compotados, orejones, y una pincelada de notas balsámicas. Nos atropellan después, casi sin darnos cuenta, los aromas terciarios, fino cacao, madera nueva , betún, pero persisten esas las notas frutales antes descritas y un final de piel de limón que es como poner una guinda en forma de frescura, que colma una nariz tan rica.

Lo mejor, como no podía ser de otro modo, llega con la boca; sedoso y goloso en inicio y con un paso por boca sumamente voluminoso. El trago nos envuelve por completo la cavidad bucal, pero lo hace de una forma elegante, sin aristas ni ruidos.

Conserva una acidez sostenida en todo momento, nada estridente y exagerada, pero suficiente para acompañar "de la mano" esa corpulencia que tiene este "Guy Louis 2012" sin que se nos haga pesado. La parte frutal que percibíamos en nariz queda algo por debajo de las notas de cacao, mineralidad y especias de grano que son las que predominan ahora en boca, pero a mi, particularmente me fascina.

No puede decirse que sea este un vino frutal, tampoco un vino ligero, pero es elegante, estructurado y equilibrado como pocos. El precio es más que razonable...así que.. ¿qué más se puede pedir? ¿Una segunda botella, quizás?

Evolución y consumo. El vino mantiene una buena acidez lo que es sin duda siempre un síntoma de cierta longevidad. La añada 2012 modestamente pienso que está para beber ahora, pero creo no equivocarme si digo que el año próximo puede estar todavía vivo.

Para vinos como éste, con una cierta crianza y estructura, la temperatura de servicio puede ser algo más elevada que la recomendable para blancos frutales y de poco cuerpo; mejoran su expresividad en nariz y en boca si los consumimos a unos 12-13 ºC.  El frío hace que el vino entre bien, pero por el camino nos perdemos todo lo que ofrece a nuestros sentidos.

Maridaje. En mi opinión es un vino que "aguanta" platos de cierto peso; si hablamos de pescados, lo ideal serían pescados de carne consistente, como atún, emperador, o el para mi el rey del mar, el rodaballo. Pero este Guy Louis 2012 nos marida a la perfección también con carnes blancas o con piezas gelatinosas, como serían unos pies de cerdo. Con uno u otro acompañamiento, nunca decepciona.

 

Cata de Vinos de la variedad SUMOLL, organizada por la Revista Cupatges

 
En el día de ayer, miércoles 15 de marzo, tuvo lugar una cata de vinos de la variedad sumoll dirigida por Ramón Roset, gran comunicador y experto en diversos temas gastronómicos, entre ellos el vino y sus maridajes. La cata estuvo organizada por la revista "Cupatges", que ha llevado a cabo ya otras citas como ésta, siempre dedicadas a variedades catalanas poco conocidas o digamos, más o menos, residuales.
 
En el caso de los vinos de Sumoll, para que nos hagamos una idea, no existen en el mercado más de 12-14 vinos monovarietales de esta variedad. En la sesión de ayer tuvimos la oportunidad de probar 6 de los más representativos, de los elaborados por los enólogos que más se han dejado la piel en la misma, pero a la vez muy diversos entre sí, ya que  catamos desde vinos jóvenes recién embotellados hasta vinos con media-larga crianza en roble y de añadas entre el 2011 y el 2009.
 
Pero, empezando por el principio, ¿qué variedad es la Sumoll? ¿Cuáles son las características de los vinos elaborados con ella? Pues bien, estamos ante una variedad autóctona del Penedés, muy productiva y de maduración tardía, por lo que suele ser una de las variedades que generalmente se vendimian más tarde. Como punto favorable, cabe decir que es una tipo de uva que agarra fácilmente incluso en suelos de poca profundidad y con la que se elaboran todo tipo de vinos (blancos, rosados, tintos, espumosos y dulces).
 
Los vinos de la variedad Sumoll tienen tres características muy evidentes:  
 
 1.- poca coloración, es una variedad con muy poca extracción, similar en capa a lo que sería la Trepat o ya en cuanto a variedades internacionales, la Pinot Noir.
 
2.- Acidez vibrante, sin duda su rasgo más evidente. Pese a vendimiarse con cierta madurez, una de las características propias del varietal es su elevada acidez, casi desbocada, y dando notas muy vegetales en boca. Esta acidez hace que esta pueda ser una variedad muy apta para elaborar espumosos y de hecho ya hay algunos proyectos de algunas bodegas en esta dirección.
 
3.- Notable tanicidad. Esta característica hace que esta sea una variedad complicada para la elaboración de vinos, ya que si atendemos a esta condición y a la vez al hecho de que se trata de una uva que madura con dificultad, podemos encontrarnos que en función del momento de la vendimia, el vino resultante sea poco agradable o difícil de beber. Precisamente también, este carácter tánico, es una dificultad añadida para elaborar vinos con cierta crianza en madera, ya que a la tanicidad que nos aporta la barrica hay que tener presente la propia tanicidad varietal.  
 
Catamos, como ya he avanzado anteriormente, un total de 6 vinos:
 

Vinyes de l'Albà 2014. Vino joven de la DO Catalunya, con una coloración típica del varietal, color piruleta, capa baja, y una nariz cargada de fruta roja y pimienta blanca. En boca una acidez eléctrica, poca estructura  y unos aromas de boca de fruta roja y herbáceos. Sin duda puede mejorar con algo de tiempo en botella.
 
Solé  Gibert 2014. Como el anterior, otro vino sin paso por barrica. En nariz es algo más maduro, hasta el punto que tras un tiempo en copa muestra notas de higo seco junto a unas notas lácticas y de yogur de fresa muy agradables. En boca la acidez es algo más moderada que el anterior, pero es claramente lo que sobresale del vino.
 
Jané Ventura 2012. DO Penedès. Pasamos ya a el primero de los vinos con cierta crianza en madera (aproximadamente 8 meses). El color es ligeramente más profundo, aunque seguimos en capa baja-media, pero la nariz es más compleja que los anteriores, muy elegante, apareciendo junto a la fruta roja ciertas notas balsámicas y de especias dulces de la crianza.  En boca, buena acidez pero muy bien integrada, nada estridente. Sin duda, para mi el mejor vino de todos los catados.
 
Can Ràfol dels Caus 2011. DO Penedés. De todos los catados hasta el momento, el que tiene una capa más ligera. En nariz hay complejidad y finura. En boca se queda sin embargo algo vacío y falto de estructura.
 
Mestre Vilavell Vinyes Velles 2011. DO Catalunya, Es ya un vino con algo más de crianza en barrica, y visualmente algo más oxidado, con tonalidades dirigidas hacia colores teja. El enólogo Jaume Arboles, padre de este vino, mide hasta el segundo el tiempo de maceración y ello se nota en la nariz, perfumada, elegante, y muy frutal, pero sin presencia de notas herbáceas. En boca es intenso, untuoso y conservando una notable acidez. Mi conclusión es que tiene una nariz muy buena, pero la boca no queda a la altura de aquella.
 
Gaintus 2009. Josep Queralt es el enólogo que más ha trabajado la variedad Sumoll, apostando por ella cuando nadie lo hacía y llevándola a tratamientos de elaboración que nadie ha hecho, con un resultado bastante bueno. Estamos ante un vino de la DO Penedès con crianza de 12 meses en roble, y una capa que nada tiene que ver con los anteriores; pese a la añada, y a la tendencia de esta variedad a oxidarse hacia tonos marronáceos, este vino tiene un color picota precioso y un ribete cardenalicio. En nariz es algo más tímido inicialmente, luego sale la fruta negra y los balsámicos.  En boca hay una acidez muy bien trabajada, especias y algo de cuero.  Es un buen ejemplo de Sumoll bien trabajada aunque sinceramente su precio es desorbitado para lo que ofrece.
 
En resumen, una cata muy interesante ésta. Nos permitió a los asistentes saber más de una variedad poco conocida, y entablar un diálogo muy enriquecedor entre los presentes.
  
 

jueves, 12 de marzo de 2015

VINS NUS, feria de vinos naturales en Barcelona

Durante el fin de semana pasado, concretamente el domingo 8 de marzo, tuvo lugar en Barcelona una reunión de productores de vinos naturales que dieron a conocer sus elaboraciones a todo aquel que pasó por allí.

El espacio habilitado, una nave en la calle Pujades de Barcelona, se quedó pequeño. Y es que los vinos naturales están de moda o, mejor dicho, son tendencia; está calando entre el público en general y en los bebedores de vino en particular el regreso a las practicas de nuestros abuelos y antepasados en el cultivo de las frutas, las verduras, y como no, en la elaboración del vino.

El vino natural es simplemente eso...vino...sin maquillaje, sin abalorios, sin adorno alguno. Sabe cómo no podía ser de otro modo a vino, a una amalgama de aromas y sabores bien naturales que solo proceden de la uva y de los procesos naturales de fermentación del mosto. Particularmente me estoy aficionando a estos vinos; después de alguna que otra experiencia no satisfactoria he de decir que mis últimas experiencias con estos vinos son cada vez más apasionantes y es que, he podido comprobar que hay vino natural muy bueno, y también vino natural, digamos, menos bueno.

Los elaboradores de vino natural son ante todo amantes de la tierra y de lo que nos ofrece, por ello aunque no existe una normativa que delimite lo que debe entenderse por vino natural, la propia asociación de Productores de Vinos Naturales ha establecido unas reglas que quien forma parte de la misma debe acatar si quiere formar parte de ella. Por resumir lo que sería el concepto en pocas palabras, "vino natural" es el vino elaborado con una mínima intervención del hombre: mínima intervención en la planta (obviamente no hay tratamientos de síntesis en la planta (ni herbicidas ni fungicidas),y mínima intervención en bodega (no empleo de levaduras secas activas, no acidificación, no filtrados ni clarificados, negativa al empleo de derivados del huevo, a la cola de pescado, y por supuesto, y fundamental, la ausencia de sulfuroso añadido).

El vino natural contiene sulfitos, claro que sí, pero no se trata de compuestos azufrados añadidos, sino los que el propio vino genera espontáneamente durante la fermentación. Se alcanzan valores que pueden ir desde los 2 a los 6-8 mg por litro, con lo que legalmente estos vinos no están obligados a poner en la etiqueta la mención "contiene sulfitos". Al respecto de ello, entre los asistentes a la Vins Nus pude hablar con un elaborador de Murcia que precisamente me explicaba la situación tan cómica que vivió cuando unos inspectores de Sanidad visitaron su bodega y de alguna forma le reprendieron por colocar en sus botellas dicha mención cuando sus vinos estaban por debajo de los 10 mg/l que marca la normativa. Para este honesto elaborador, él debía hacer mención de que el vino contiene sulfitos, porque los tiene, y aunque hacía constar en sus etiquetas que no se trataba de "sulfitos añadidos" para la Administración estaba haciendo algo que no podía hacer.

Si hay algo que define pues a los vinos naturales es su franqueza; te pueden gustar o no, pero no engañan. Ello es sin duda, como alguno puede pensar, algo subjetivo, pero lo que en ningún caso lo es es el hecho que estos vinos al contener cantidades mínimas de sulfuroso nos "sientan" mucho mejor que los vinos convencionales.

No estuve demasiado tiempo en la feria, así que no pude probar todo lo que me hubiese gustado, pero sí quiero dejar constancia de algunos de los vinos y bodegas que me parecieron interesantes:

- Bodega El Patio. Localizada en Mota del Cuervo (Cuenca). Tienen un porfolio de 5 o 6 vinos, a cual mejor. Me fascinaron. Empezando por un vino blanco de Airén, denominado "Aire" con una larga maceración con las pieles (más de 100 días) y una crianza posterior de 11 meses en barricas usadas de roble. La percepción de que la variedad Airén es una uva con destino a la elaboración de vinos a granel o de destilados, se desvanece cuando probamos este vino.

De este mismo elaborador me atrapó un vino de Syrah y un pequeño porcentaje de Graciano, muy untuoso, estructurado y de color profundo. Destacaba en boca su rusticidad con una volátil bastante presente, pero reconozco que me encantan esas notas acéticas.
 
Elaboran también un Petit Verdot 100% muy interesante, en la línea del anterior, y como colofón tomé un vino dulce de vendimia tardía, elaborado con la variedad Syrah (100%), con notas de olivada, y ciertas puntas rusticas y salvajes, combinando una amabilidad y melosidad increíble con una acidez vibrante.
  

- Bodega Barranco Oscuro. Esta bodega, que dirigen Manuel Valenzuela y su hijo Lorenzo, es una de las más relevantes y experimentadas en materia de elaboración de vinos naturales. Estuve el pasado verano haciéndoles una visita y viendo sus viñedos, los teóricamente situados a más altura en toda la Península. De ahí surge el nombre de uno de sus vinos el "1368", que es la altura a la que se encuentra el viñedo de donde salen las uvas con que lo elabora, un autentico vinazo del que tengo una botella en casa pendiente de una ocasión especial para dar buena cuenta del mismo.
 
En Vin Nus probé el que llaman "Vino Costa", elaborado mayoritariamente a partir de una variedad muy residual como es la Palomino negro, con un color rubí claro precioso, y muy frutal en nariz. Me comentó Manuel Valenzuela que esta variedad es sumamente ligera y da muy poco color, por lo que hay que añadirle algo de Garnacha.

En la foto, otros de los vinos de calidad de Barranco Oscuro, un monovarietal de Pinot Noir, delicado, floral y elegantísimo en boca.


 
 - Viña Enebro. De esta bodega, radicada en la provincia de Murcia (término municipal de Bullas) destacaría un vino espumoso elaborado por el método Ancestral (se interrumpe la fermentación que se lleva a cabo en tanques de aluminio y se embotella, y es precisamente dentro de la botella donde vuelve a arrancar el proceso fermentativo que allí termina), a partir de la variedad monastrell. De un color asalmonado, tímido en nariz pero muy intenso y estructurado en boca, con un final mineral que alarga su persistencia notablemente. Muy interesante, la verdad.
 
Había probado pocos espumosos de método ancestral y esté no defraudó, aunque de tener que elegir me quedaría, sin dudarlo, con el de la siguiente bodega.  

- Carriel dels Vilars. El celler deCarles Alonso lleva años elaborando vinos naturales dentro del territorio de la DO Empordà. Su empeño desde ya hace mucho tiempo, su apuesta personal podríamos decir, es la de elaborar vinos que van embotellados y tapados con chapa. Este hecho según él mismo me explicaba ahora va entendiéndose mejor pero ha habido muchos años en los que las ventas han sido difíciles. Tomar un espumoso que se abre con un abridor de cerveza parece que le quita algo de glamour al hecho posterior de brindar y disfrutar del vino...pero en realidad  lo que cuenta es el contenido. Y el contenido....doy fe...es estupendo.
 
Probé un espumoso rosado de método Ancestral del año 2007, elaborado a partir de Macabeu, Xarel.lo, Garnacha negra,Garnacha Blanca y Parellada. Sencillamente magnífico, con una intensidad y cremosidad fuera de lo común...y lleva ya 8 años en botella. Me comentaba Carles Alonso que tiene añadas de 2001 y que la evolución que tienen en botella es sencillamente brutal.
 

Bodega Marenas. La bodega Marenas tiene un sinfín de vinos naturales distintos. Probé alguno de los que trajeron para este evento y de todos ellos el que más me atrajo fue un "Pedro Ximenez 2011", con crianza bajo velo flor. La elaboración de este vino  seria similar a la de un fino, en las que el vino se cría en barricas grandes usadas que no se llenan en su totalidad, y en las que por las condiciones climáticas de la zona aparece ese velo formado por las levaduras que impide la oxidación del vino y lo dota de ese carácter salino y de sotobosque tan particular. La diferencia con los vinos finos reside en que este vino no tiene crianza dinámica y se mantiene cerca de 2 años en una misma barrica, hasta que pasado ese tiempo se embotella y se comercializa.
 
 












domingo, 1 de marzo de 2015

"CARTOIXA 2007", estructura y carnosidad




Elaborador/Bodega: Celler Scala Dei
Variedades: Garnacha negra, Cariñena, Syrah, Cabernet sauvignon
Grado alcohólico: 15%
Precio orientativo: 35-37 €
Denominación de Origen: DOCa Priorat

Datos sobre la elaboración: Este vino únicamente se elabora en las añadas que la bodega considera excepcionales. El 85% corresponde a las variedades Garnacha negra y Cariñena (el 60 y el 25% respectivamente), que proceden de viñedos de más de 60 años. El 15% restante es Cabernet sauvignon y Syrah.
Cada variedad fermenta por separado, con maceración de hollejos durante aproximadamente 3 semanas; posteriormente pasa a barricas de roble francés donde se lleva a cabo la fermentación maloláctica y posterior crianza por un período de 18 meses. Esta crianza se efectúa siempre en roble francés, pero en algunos casos se trata de barricas nuevas y en otros barricas de un primer o segundo año en función de la corpulencia del vino (el caso por ejemplo de las Garnachas).
 
Otras cuestiones: 91 puntos Peñín
  

Nota de Cata

Visualmente estamos ante un vino profundo, de color cereza picota intenso y ribete amoratado que parece hacer intuir que pese a tratarse de un 2007 tiene todavía años por delante. La lágrima es gruesa, se desliza suavemente en copa y la colorea ligeramente.

En nariz apreciamos ya en el primer momento un vino limpio y de notable intensidad aromática. Lo que primero sale son notas terciarias de caja de puros, madera de cedro, algo de retama y matorral mediterráneo (romero, en esencia). Si aireamos la copa emergen las notas más frutales, zarzamora, fresa silvestre, siempre con un fondo de hierba aromática que ya percibíamos en inicio (romero, tomillo) y unas pinceladas balsámicas (laurel, eucaliptus). Se trata, sin duda, de un vino con cierta complejidad aromática al que hay que dejar evolucionar en copa y en que las diferentes familias de aromas van apareciendo y dejando paso a otras a medida que el vino se airea.

En boca percibimos golosidad desde buen inicio, junto a una imponente estructura, corpulencia y calidez. Existe un buen equilibrio entre estos tres elementos (estructura, acidez y grado alcohólico) que constituyen siempre la piedra angular de cualquier gran vino.

Los aromas de boca, a diferencia de lo que nos parecía inducir la nariz, nos devuelven fruta negra (arándanos, ciruela) y notas de mina de lápiz y chocolate negro, procedentes éstas últimas de la crianza en roble. La mineralidad, concepto hoy día tan puesto en duda por algunos entendidos, está presente en este vino, pero la encontramos de una forma muy sutil y elegante.
 
El tanino, como no podría ser de otro modo en vinos como este de media-larga crianza en madera es grueso, pero está muy bien trabajado. Si se me permite la licencia es quizás un punto secante (muy levemente) y deja algo atascada la parte delantera de la boca. Estamos ante un gran vino; potente, carnoso, estructurado, de largo recorrido en boca. Ideal para acompañar platos de caza - caza mayor a ser posible, carnes negras, jabalí, estofados de lenta cocción - y poco atractivo para disfrutarlo solo.

Intervalo de consumo: a mi modo de ver el vino está absolutamente vivo y puede consumirse perfectamente dentro de los próximos 3 años, probablemente más, si se ha conservado adecuadamente.