lunes, 16 de marzo de 2015

"TARDIEU LAURENT GUY LOUIS 2012", la elegancia se hizo vino

Elaborador/Bodega: Emile Tardieu
Variedades: Marsane (55%), Garnacha Blanca (15%), Roussane (15%) y Viognier (15%)
Grado alcohólico: 13 %
Precio orientativo: 20 €
Denominación de Origen: AOC Côtes du Rhone (France)

Datos sobre la elaboración: Es este un vino elaborado con viñas relativamente de cierta edad: 70 años tienen las de Garnacha, 60 las de Marsane, y 40 las de Roussane y Viognier,. El vino en envejece por un tiempo que no se indica en la etiqueta (en mi opinión no inferior  a 6 meses) en fudres grandes de roble francés, nuevos o que han contenido un vino.
 

NOTA DE CATA

Probé este vino por segunda vez ya hace cosa de un mes y desvelando el final diré que, particularmente, lo encuentro sensacional. En copa muestra un color amarillo limón bastante subido, que ya inclina a pensar en una cierta crianza en madera (aunque el color no solamente sea indicativo de eso, y ello nos pueda llevar a confusión), y unos reflejos oro nuevo muy pulcros. Es brillante, quizás en exceso, porque tiene una luminosidad que sinceramente parece la de un vino muy tratado (fuerte filtrado, clarificado) para dotarlo de esa imagen impactante. Pese a lo dicho, el elaborador en su página web hace mención a que el vino no se clarifica y se embotella tras un filtrado muy leve.

Se muestra denso en copa, viscoso y al acercar la nariz por primera vez puede apreciarse su generosidad aromática ya de inicio; fruta de hueso bien madura, albaricoques compotados, orejones, y una pincelada de notas balsámicas. Nos atropellan después, casi sin darnos cuenta, los aromas terciarios, fino cacao, madera nueva , betún, pero persisten esas las notas frutales antes descritas y un final de piel de limón que es como poner una guinda en forma de frescura, que colma una nariz tan rica.

Lo mejor, como no podía ser de otro modo, llega con la boca; sedoso y goloso en inicio y con un paso por boca sumamente voluminoso. El trago nos envuelve por completo la cavidad bucal, pero lo hace de una forma elegante, sin aristas ni ruidos.

Conserva una acidez sostenida en todo momento, nada estridente y exagerada, pero suficiente para acompañar "de la mano" esa corpulencia que tiene este "Guy Louis 2012" sin que se nos haga pesado. La parte frutal que percibíamos en nariz queda algo por debajo de las notas de cacao, mineralidad y especias de grano que son las que predominan ahora en boca, pero a mi, particularmente me fascina.

No puede decirse que sea este un vino frutal, tampoco un vino ligero, pero es elegante, estructurado y equilibrado como pocos. El precio es más que razonable...así que.. ¿qué más se puede pedir? ¿Una segunda botella, quizás?

Evolución y consumo. El vino mantiene una buena acidez lo que es sin duda siempre un síntoma de cierta longevidad. La añada 2012 modestamente pienso que está para beber ahora, pero creo no equivocarme si digo que el año próximo puede estar todavía vivo.

Para vinos como éste, con una cierta crianza y estructura, la temperatura de servicio puede ser algo más elevada que la recomendable para blancos frutales y de poco cuerpo; mejoran su expresividad en nariz y en boca si los consumimos a unos 12-13 ºC.  El frío hace que el vino entre bien, pero por el camino nos perdemos todo lo que ofrece a nuestros sentidos.

Maridaje. En mi opinión es un vino que "aguanta" platos de cierto peso; si hablamos de pescados, lo ideal serían pescados de carne consistente, como atún, emperador, o el para mi el rey del mar, el rodaballo. Pero este Guy Louis 2012 nos marida a la perfección también con carnes blancas o con piezas gelatinosas, como serían unos pies de cerdo. Con uno u otro acompañamiento, nunca decepciona.

 

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