domingo, 26 de julio de 2015

"MAR 2014", un pedacito de la Costa Brava

Elaborador/Bodega: Bodega Mas Oller (http://www.masoller.es/)
Variedades: Picapoll y Malvasía
Grado alcohólico: 13,5%
Precio orientativo: 9,30 €
Denominación de Origen: DO Empordà


Datos sobre la elaboración: El vino es una mezcla de la variedad Picapoll (80%), y Malvasía de Sitges (el 20% restante), ambas procedentes de una viña de más de 14 años de edad que se encuentran prácticamente al nivel del mar.

Como es común en los vinos blancos, para preservar esa parte más aromática de la uva, se lleva a cabo una maceración en frío. El mosto fermenta en inoxidable y posteriormente el vino es embotellado.
 
Otras cuestiones: La bodega está ubicada en el municipio de Torrent; cuenta aproximadamente con unas 16 Ha - 4 de ellas de muy reciente plantación -. Es propiedad de la familia Esteva, que también cuenta con la titularidad del Celler Can Ràfols dels Caus, en la zona del Penedés. Fue precisamente Carlos Esteva quien hacia el año 2000 recuperó la finca, apareciendo en el mercado los primeros vinos de la bodega en la añada 2008.
 
  Nota de Cata
 
 
Tenía pendiente de publicación la cata de este vino, que había ya probado antes en alguna de mis visitas a l'Empordà, una comarca fascinante donde se tienen muchas opciones, a cuál mejor, tanto en lo culinario, como en lo enológico, como en lo que se refiere simplemente al ocio.

A diferencia de mis otras notas de cata, esta es una cata más en la línea de la escuela moderna (Outlook Wine), donde se busca la definición del vino haciendo referencia a grandes conceptos. Quizás a algunos no os parezca que la nota de cata está en esa línea, pero esa ha sido mi intención, aunque es inevitable que salga a relucir una pequeña distinción de lo que uno es, en mi caso, un tanto clásico, en este sentido.

A la vista tenemos un vino, muy limpio, de gran brillo, color amarillo pajizo ligero, y con reflejos acerados.

En nariz es fragante, intenso y agradable. Fruta tropical, corteza de limón, notas balsámicas y un toque de pimienta blanca. Una nota de tiza aparece con posterioridad.

Boca untuosa, acidez eléctrica, postgusto mineral, salino y muy largo en postgusto. Poca estructura en su paso por boca, pero la frescura y  sapidez compensan esa cierta ligereza.


Conclusión y maridaje. Es este un blanco con un marcado carácter marino, en él se puede percibir la salinidad de la costa Brava, y la frescura que nos proporciona la Tramontana que frecuentemente sopla en las tierras de l'Empordà.

Destaca su frescura, su buena entrada - sin darnos cuenta nos habremos acabado la botella -  y en definitiva, será el compañero ideal de un buen pescado al horno, o de un aperitivo al aire libre en esta época estival.


sábado, 25 de julio de 2015

"BAJO VELO 2011", natural y del Sur

Elaborador/Bodega: Bodega Marenas (http://bodegamarenas.com/)
Variedades: Pedro Ximénez
Grado alcohólico: 14%
Precio orientativo: 10-13 €
Denominación de Origen: No tiene. Sale al mercado como Vino de Mesa


Datos sobre la elaboración: Este es un monovarietal de Pedro Ximénez, cuya peculiaridad reside en la crianza en pipas de roble americano durante aproximadamente 3 años. A diferencia de muchos de los vinos de crianza biológica de la DO Jerez, aquí no estamos ante un vino generoso, ya que no hay adición de alcohol vínico, ni tampoco ante un vino de crianza dinámica, dado no hay trasvase de vino entre las criaderas y soleras.

La climatología de la zona hace que la variedad Pedro Ximénez madure con una concentración de azúcar suficiente para dar un vino de 14 %.  Una vez fermentado el mosto se pasa a estas pipas viejas donde tendrá una crianza estática durante aproximadamente 3 años. La botella degustada, procedente de la añada 2011, fue embotellada en 2014.

Otras cuestiones: La Bodega Marenas se encuentra en la Sierra de Montilla (Córdoba), y en concreto, la viña de Pedro Ximénez de la que se obtiene este vino, está situada en una parcela a 450 m de altitud (Paraje Rio Frío Alto), de tierra caliza, donde la vendimia se lleva a cabo en el mes de agosto, que la convierte en una de las vendimias más tempranas de nuestro país.

  

Nota de Cata
 
En la última edición de la Feria Vins Nus que tuvo lugar hace meses en Barcelona pude probar este vino natural, y allí mismo me hice con una botella para poderlo degustar en casa con más tranquilidad.

Visualmente es un vino de color ambarino de media intensidad, con cierta turbidez, y reflejos cobrizos. Esta coloración tan peculiar e intensa se debe a la larga crianza en pipas viejas. La lágrima abundante, de grosor medio y caída lenta.

En nariz tiene buena intensidad, destacando la madera envinada, algo de farmacia y notas yodadas. Se percibe también claramente una nota de acidez volátil, que suele ya caracterizar gran parte de los llamados vinos naturales. La aireación trae notas también de talco y tiza que le confieren al vino un toque de frescura, y en última instancia aparecen ciertas notas tostadas propias de la crianza en madera.

La boca es golosa, el vino es untuoso y con buena textura. Buena calidez y muy sápido, con notas de regaliz negra, grano de café, caramelo de mentol y como ya se intuía en nariz, con una presencia bastante importante de acético.

El vino tiene una acidez más que interesante, es muy sabroso y permanece largo tiempo en boca. La parte quizás menos agradable, al menos para quienes no gusten de esas notas "avinagradas", es esa nota acética, claramente perceptible.


Conclusión y maridaje. Mi gusto por los vinos naturales es algo que he ido "aprendiendo" en los últimos tiempos, si bien no me considero un "talibán" de los mismos, y creo que el aficionado a los buenos vinos, lo es tanto de los vinos naturales, como de los convencionales.

Sí es cierto, que estos vinos naturales tienen unos rasgos en nariz y en boca que los hace de algún modo distintos al resto, ya que en muchos de ellos no identificamos lo que sí apreciamos en el conjunto de vinos convencionales. Dicho esto, también es cierto que entre los vinos naturales, como todo en la vida, los hay buenos y no tan buenos, digámoslo de forma delicada.

Este "Bajo Velo 2011" es uno de esos vinos peculiares, por su condición de vino natural, y por su peculiar elaboración caracterizada por crianza longeva bajo velo flor. Pese a que está aún para beber, opino que esas notas acéticas están algo desbordadas en este momento; sin ser desagradables, sí que están en unos valores claramente perceptibles y que el público en general puede considerarlas un defecto.

Nos puede venir bien para acompañar ensaladas, y también por afinidad en cuanto a la salinidad y notas yodadas, con todo tipo de aperitivos salados (mojama, jamón ibérico, gambas saladas).

 

lunes, 20 de julio de 2015

"RIBEÑO 1995", un veinteañero de la Ribera del Duero

Elaborador/Bodega: Bodegas Rodero, SL
Variedades: Tinta fina
Grado alcohólico: 13%
Precio orientativo: Desconocido
Denominación de Origen: DO Ribera del Duero


Datos sobre la elaboración: Tratándose de un vino del año 1995, del que tengo pocas referencias porque ha sido un obsequio, no puedo ofrecer demasiados datos concretos. Sabemos que la Denominación de Origen Ribera del Duero tiene como variedad de uva emblemática la Tempranillo - en la zona conocida como "tinta fina", si bien actualmente muchas bodegas (y también la que nos ocupa, Bodegas Rodero), añaden pequeños porcentajes de otras variedades como la Cabernet Sauvignon a sus vinos.

Agradezco a la Bodega, con quien me puse en contacto hace unos días vía e-mail, su respuesta. Este Ribeño 1995 es un monovarietal de Tinta fina, y el término "cosecha" que nos indica la etiqueta me confirman desde la bodega que indica que no tiene paso por madera. Este aspecto hace de este vino algo todavía más extraordinario, pues sabemos que la madera, el tanino, le aporta estabilidad y longevidad al vino, además de notas terciarias tanto en nariz como en boca. Todos estos aspectos se deben tener en cuenta a la hora de valorar lo que estamos bebiendo, y simplemente, para mi es un lujo haber disfrutado de este vino joven, con ya 20 años en botella.

 
Otras cuestiones:  La bodega empieza a elaborar sus vinos en el año 1991; en ese momento sus vinos salen al mercado con los nombres de "Ribeño", "Val Ribeño" y "Rodeña". No es hasta el año 1996-1997 que adopta el nombre comercial que hoy día conocemos de "Carmelo Rodero" con el que salen al mercado muchos de sus vinos.

El viñedo  - cuya extensión actual es de unas 120 Ha - se encuentra en Pedrosa de Duero (Burgos) en cotas relativamente altas, entre los 750-850 metros. Hay un clima continental bastante extremo, con temperaturas muy bajas en invierno, pluviosidad en torno a los 400 mm/ año, que marca la vivacidad de esos vinos y su potencial de guarda. Terreno arcilloso en su mayoría, aunque también con cantos rodados, caliza, muy pobres en materia orgánica.

Entrando propiamente en lo que es el análisis del vino, cabe hacer una pequeña mención al manejo del mismo, y en concreto a la mecánica de  apertura de la botella. Generalmente, y más si desconocemos en que condiciones ha estado guardado el vino, es muy probable que el corcho se encuentre ya algo deteriorado y en un estado de conservación tal en que lo más adecuado es el uso de un abridor de láminas.  Así lo he hecho, aunque debo decir que el corcho estaba en tan malas condiciones que solo al introducir la más larga de las láminas ya se intuía lo que iba a pasar...el corcho se deshacía. Con paciencia, sumo cuidado,  y el uso del abridor de lamas primero, y del abridor convencional después, he conseguido destapar la botella sin que ninguna porción del corcho cayese al vino.

Nota de Cata

 
Visualmente es un vino limpio, aunque con un brillo algo apagado, de color pardo intenso y reflejos anaranjados. Es el perfil visual propio de un vino de una añada antigua, y con notable evolución.  Sigue siendo, no obstante,  un vino con cierta profundidad, de capa media-alta. Lágrima incolora, abundante, gruesa y de caída sostenida.

En nariz hay buena intensidad aromática y ciertamente agradable. Notas de madera vieja envinada, encurtidos, algo de acetato de etilo. El reposo en copa y posterior aireación nos traen a la nariz notas de fruta roja en confitura, hierbas aromáticas, balsámicos, y también una paleta de aromas especiados (clavo, pimienta negra de grano).

La boca nos sorprende con un vino todavía vino y bien bebible, con algo menos de estructura de lo que en su día debió tener, pero con una calidez aún presente y una acidez suficiente, si bien en claro declive. A nivel gustativo el vino está fabuloso, hay café, regaliz negra, notas de caramelo quemado y una parte frutal de pasificación y gran dulzor (dátiles, uva pasa) que, salvando las distancias, nos puede recordar  a la boca de un Pedro Ximénez.

El tanino está todavía presente si bien muy redondito y domado a consecuencia de estos muchos años en botella, con lo que, resumiendo, es un vino muy agradable de beber si sabemos comprender esas notas de evolución que evidentemente presenta.


Conclusión y maridaje. Cuando nos enfrentamos a una botella de estas características, con más de 20 años de antigüedad, hay una cierta expectativa por saber cómo va a estar el vino y eso, en si mismo, es ya emocionante.
 
Si una vez abierto  tenemos la suerte de encontramos con un vino todavía vivo, aunque distinto a lo que en su momento álgido debió ser, hay valorar lo que estamos bebiendo. A mi me parece maravilloso poder disfrutar de una botella con una historia detrás, pensando en qué condiciones se elaboró, cómo ha llegado a nuestros días, por cuántas manos habrá pasado, etc, y ver que pese a todo, el vino ha sobrevivido y se ha reservado para darlo todo en el momento de ser abierto. Es beberse una parte de la historia.

A nivel de maridaje estos vinos son también complicados porque hay muchas notas de evolución tanto en nariz como en boca y porque son vinos muy delicados. A mi me parece un vino estupendo para una buena tertulia-sobremesa, o para acompañar una buena tabla de quesos que ponga punto final a una buena comida.

 

lunes, 6 de julio de 2015

Festival de vinos "LA SALADA" en el Celler Castañé

El Celler Castañé, en Argentona, es una de esas tiendas de vino de toda la vida, donde sin embargo vamos a poder encontrar pequeñas rarezas enológicas que difícilmente encontraríamos en otros establecimientos. Con una cuidada selección de vinos y espumosos,  especialmente en lo que se refiere vinos catalanes, Montse y Jordi, que son los que hoy día llevan gran parte del peso del negocio familiar se han esforzado por difundir la cultura vinícola en el pueblo y poblaciones cercanas, poniendo al alcance de los parroquianos vinos muy diversos, nada convencionales y a buenos precios.

En ese afán de esta pareja por introducir la cultura del vino entre la gente de la población de Argentona, regularmente realizan en el establecimiento catas dirigidas en las cuales bodegueros y elaboradores catalanes presentan sus productos. Precisamente, el pasado viernes 3 de julio tuve la suerte de asistir a la presentación de los vinos de "La Salada", alguno de los cuales ya había probado  si bien, siempre es interesante y enriquecedor poder probar los vinos mientras recibes las explicaciones de quien los elabora.  Y nada más cercano a la realidad que el caso de "La Salada" porque Toni Carbó es, ante todo, un agricultor, lo ha sido desde siempre, como lo fueron sus padres y antes sus abuelos.
 
Explicaba Toni que precisamente cuando empezó a tomar las primeras decisiones en la finca, con su padre todavía en vida, éste no podía comprender como al vendimiar se dejaban en el suelo los racimos caídos y como se desechaban de los racimos sanos aquellas bayas que pudiesen estar en mal estado. Para su padre, y las anteriores generaciones, la producción era lo fundamental, mientras hoy día la calidad de los vinos y la honestidad del trabajo es lo que rige el trabajo de "La Salada". Hay una apuesta por la calidad y una fe ciega en lo que se hace y en cómo se hace.

La Salada es una bodega ubicada en Perellades, en la comarca del Alt Penedés, que cuenta con aproximadamente 20 Ha de viñedo, si bien en su mayoría, la uva que se recoge va destinada a grandes empresas productoras del cava. Tan sólo alrededor de 3 Ha son las que "La Salada" destina a la elaboración de sus vinos. Para situarnos sobre qué tipo de elaborador estamos hablando, basta decir que hoy en día se está construyendo lo que será una pequeña bodega ya que en la actualidad los vinos literalmente se vinifican en un garaje...y algunos de ellos en una bodega "amiga" como es Mas Candí, con quien "La Salada" tiene proyectos comunes.

La Salada elabora vinos auténticos, vinos naturales, vinos en los que la intervención del hombre es mínima, tanto en lo referido al tratamiento del viñedo como en el proceso de vinificación y embotellado. En el primer caso, Toni Carbó nos comentó que aplican a la viña únicamente cobre y azufre pero en cantidades muy por debajo de las permitidas por la agricultura ecológica, lo que se combina con prácticas de cultivo ecológicas como por ejemplo el mantenimiento de un manto de hierba en el viñedo. Esto hace que la tierra se llene de microorganismos y que allí encontremos juntos tanto a los agentes que pueden provocar enfermedades como a sus depredadores, de manera que se genera un equilibrio ecológico.

En bodega, no se emplean levaduras secas, sino levaduras indígenas; las fermentaciones pueden ser más largas, son más peligrosas en cuanto a que no son tan predecibles, pero el resultado son vinos que son claramente distintos a los vinos llamémosles "convencionales". No hay tampoco filtrado ni clarificado de los vinos, y el embotellado se efectúa directamente desde el depósito/barrica, lo que puede dar lugar a que algunas botellas (las embotelladas al final del proceso) tengan más turbidez que otras.

Hecha esta breve introducción voy a dar paso a los vinos catados, y mis impresiones sobre los mismos.

1.- "L'Ermot 2014". Es un vino del que se salen unas 2.000 botellas al mercado. Macabeo 100% fermentado con levaduras autóctonas y crianza en depósitos de aluminio sobre sus lías durante 5 meses. La Macabeu es una variedad de grano grande, muy productiva, que sin embargo en este viñedo da unas bayas de pequeño tamaño y producciones de 5000 kg/Ha (que siendo considerable no lo es al tratarse de esta variedad).  El vino es sumamente frutal y con notas anisadas (hinojo, anís estrellado). Muy sápido en boca.Gustó mucho entre los asistentes. Particularmente me encanta.

2.- "Roig Boig 2014".  Vino de un color piruleta muy atractivo a la vista, elaborado a partir de diferentes variedades blancas y tintas que se vinifican conjuntamente, como se hacía antiguamente. Hablamos de Xarel.lo, Turbat, Mónica, Mandó, Sumoll y Cannonau.
Inicialmente algo reductivo en nariz, con aromas animales y de estiércol, que al airear desaparecen para dar paso a una fruta roja silvestre. En boca es ligero y con poco cuerpo aunque untuoso. Es un vino muy bebible y sin duda ideal para aperitivo o para tomar una copa antes de la comida o como copa de bienvenida en un evento.

3.- "La Bufarrella 2014". Vino visualmente con cierta turbidez y un color amielado producto de una larga maceración con pieles (en este caso 4 meses y medio). Es un monovarietal de Xarel.lo criado en depósitos de aluminio.
La nariz es muy expresiva, con fruta blanca madura y también piña en almíbar. La boca es untuosa, se percibe un cierto tanino y estructura - que ya es característico del varietal, y ampliado por la maceración pelicular -. Hay fruta madura, pimienta blanca, hinojos. Complejo y largo en recorrido de boca. Maravilloso!!
  
4.- "Tinc Set". De este vino espumoso se elaboran también alrededor de 2.000 botellas. Se trata de un espumoso de Macabeu y Xarel.lo elaborado por el método ancestral. Este método por resumirlo de forma sencilla consiste en elaborar un espumoso a partir de una única fermentación que se interrumpe en el depósito y que continua una vez embotellado ya el vino. Por tanto, no hay añadido de azúcares ni levaduras, ni otros elementos en botella, y las levaduras permanecen en todo momento en la botella. Es, la única forma de elaborar un espumoso de forma "natural".

En nariz hay mucha madurez y en boca se reafirma esa sensación frutal y madura, con buena persistencia. Esta madurez se debe precisamente a que a diferencia del método Champegnoise con el que se elabora el cava la uva se recoge ya muy madura puesto que no es necesario añadir al embotellar más azúcares para la 2a. fermentación.
 

5.- "Maçaners 2012". Es este un monovarietal de Sumoll, procedente de viñas de más de 80 años. Fermenta 2 semanas con sus hollejos en barricas abiertas de roble, y posteriormente pasa 17 meses de crianza en barricas muy viejas.

Fué una sorpresa muy agradable ya que la variedad Sumoll es complicada a mi modo de ver porque tiene una acidez desbordante y un tanino muy rugoso. En mi opinión, de los mejores monovarietales de Sumoll que he probado. Nariz terrosa, especiada y algo floral. Boca con buena acidez, tanino medio plus ligeramente secante, y volátil perceptible pero nada desagradable.


6.- "Roig Boig Ancestral". Un nuevo espumoso de método ancestral, en este caso elaborado a partir de las mismas variedades que ya mencionadas al hablar del vino tranquilo que lleva el mismo nombre.  Visualmente tiene un color llamativo, de un salmón intenso y con ligera turbidez.

En boca resulta un espumoso bastante ligero, de fácil beber, con burbuja algo punzante y buena persistencia. Gustó mucho a los presentes.



En definitiva, una experiencia muy interesante para conocer un poco más de cerca los vinos de esta bodega, que ciertamente merecen mucho la pena.

sábado, 4 de julio de 2015

"MEPHISTO Cuveé MMXIII"

Elaborador/Bodega: Domaine de l'Ecu http://domaine-ecu.com/
Variedades: Cabernet Franc (100%)

Grado alcohólico: 12%
Precio orientativo: 22,-€

Denominación de Origen: No tiene. Sale al mercado como "Vin de France". Región Loire


Datos sobre la elaboración: El vino es un monovarietal de Cabernet Franc, variedad que tiene su origen en Burdeos y que se llevó al Loire, donde para muchos es el lugar en que mejor se expresa. La Cabernet Franc está emparentada con la Cabernet Sauvignon, aunque es una variedad que madura antes que ésta y por ello tiene un tanino menos grueso y también menor concentración. Suele dar notas muy frutales, de fruta roja, tales como la frambuesa y la grosella principalmente.

La vendimia se realiza de forma totalmente manual. Una vez recogida la uva pasa a bodega donde se lleva a cabo un prensado suave con prensas neumáticas (habitualmente utilizadas para los vinos blancos). La fermentación tiene lugar mediante la acción de levaduras indígenas y una vez finalizada el vino se somete, durante 15 meses, a una crianza mixta en fudres viejos de roble y en ánforas de barro.

Como corresponde a los vinos que encuadraríamos dentro de los vinos biodinámicos - naturales, no hay filtrado ni clarificado previo al embotellado.

Otras cuestiones: Estamos ante un experimentado y buen elaborador de vinos Biodinámicos que tiene la certificación Demeter desde el año 1998, tras unos años cultivando en agrícultura ecológica (concretamente, desde 1975). Ello es garantía de un vino con poco o nulo maquillaje, en el que el nivel de sulfuroso está alrededor de 15 mg/l.

El viñedo de donde se obtiene este vino está plantado en suelo granítico y  tiene orientación Sur-este, ideal por tanto para una buena insolación en una zona como es ésta bastante septentrional y cercana al mar, con lo que la maduración puede ser complicada. De hecho nos situamos en la zona más occidental del Loire - el llamado Pays de Nantes- , donde los vinos más representativos son los de la variedad "Muscadet", blancos con mucha acidez, poco grado, ideales para aperitivos con moluscos o mariscos.

   
Nota de Cata

A la vista estamos ante un vino limpio, de color granatoso intenso y reflejos morados. Capa media-alta, lágrima de pequeño calibre, abundante y de caída rápida.
 

Como acostumbro a hacer con estos vinos, abrí  la botella y la jarreé en un decántador aproximadamente 2 horas antes de tomarlo. La experiencia me ha demostrado que habitualmente tanto los vinos biodinámicos como los naturales agradecen esta apertura avanzada y esa oxigenación puesto que suelen ser algo reductivos en nariz. 

Pese a ello la nariz, aunque agradable, empieza algo tímida, con unas notas de fruta roja de bosque bastante claras y una nota balsámica y mentolada también bastante acentuada. Hay una cierta nota de volátil pero muy sutil, casi inapreciable. La aireación en copa hace más presentes tanto la nota frutal como la balsámica y en conclusión nos perfila una nariz muy agradable, elegante y delicada.

El paso por boca es goloso, con un buen volumen en su evolución y una acidez bien presente que podría decirse que es el rasgo característico del mismo.  El tanino está también presente, es de grosor medio y ligeramente secante en la parte delantera de la boca, cosa que podría interpretarse como que aún necesita un tiempo en botella para redondearse y estar en su momento óptimo de consumo.

La carga frutal que percibíamos en nariz se hace evidente en boca y además el vino tiene una persistencia bastante considerable. Todo ello, a pesar de que este "Mephisto Cuveé MMXIII" es un vino ligero, no demasiado corpulento.


Conclusión y maridaje. Es este un vino ligero, de cuerpo medio, y con una notable carga frutal. Al tratarse de un vino procedente de una zona bastante septentrional, la acidez está bien presente y este rasgo es en mi opinión su seña de identidad. Es un vino típicamente de corte atlántico

Precisamente esa acidez nos puede venir bien a la hora del maridaje, ya que puede hacer de éste un vino muy versátil tanto para acompañar tanto carnes blancas y grasas, foies, como también pescados de carne prieta y sabor intenso ( rodaballo, atún rojo,  cabracho o salmón).