domingo, 13 de marzo de 2016

Vermut LUSTAU, con acento andaluz

No me caracterizo precisamente por seguir demasiado las modas, pero lo cierto es que últimamente en casa nos estamos acostumbrando los fines de semana a hacer el vermutito mientras se hace tiempo para tener la comida lista. No se si es o no una costumbre demasiado sana, ni tampoco si realmente sirve para abrirme el apetito, porque la gracia del vermut, su toque amargo, tiene como finalidad la de incitarnos a comer, aunque lo cierto es que particularmente me encanta.
 
Precisamente ayer fui a comprar algunos vinos para reponer mi pequeña y últimamente desierta vinoteca y metí en el cestillo mi vermut de cabecera, el que nos gusta en casa. Cuando ya estaba en caja pregunté a Jordi (Vinacoteca) qué tal estaba el vermut  de Lustau que había visto en la estantería; su respuesta fue, "está tremendo, y pese a ser un vermut puede tomarse con quesos azules al final de una comida, por su dulzor".
 
Así que me decidí a probarlo y cambié mi botella del vermut de siempre por este nuevo vermut que sacó al mercado Lustau en diciembre pasado. No me equivoqué, como tampoco lo harán aquellas personas a quienes les guste el vermut de buen trago, fácil, goloso y con su punto justo de amargor.
 
Lustau es un vermut al estilo tradicional español; quien pretenda buscar esos amargos de los vermuts italianos y franceses que te transforman el rostro cuando los metemos en boca,  va errado. El Vermut Lustau es todo lo contrario, un aperitivo goloso, agradable, muy untuoso en su paso por  boca, y un final con su amargo justo. Percibimos esas notas de bodega vieja propias de los vinos de Jerez, junto a los dátiles y los higos que aportan el dulzor al vermut, y nos deja en la boca un recuerdo profundo a regaliz negra.
 
La idea de esta bodega andaluza de elaborar un vermut me parece interesantísima; se elabora con genciana, piel de naranja y 10 botánicos más que como sucede en estos casos son "secretos". Estos botánicos se maceran individualmente con el vino y he aquí la curiosidad del vermut... el vino empleado no es uno sino dos y qué vinos!!  Lustau elabora este vermut con un vino seco, un amontillado, y uno dulce, un Pedro Ximénez, ambos con unos 10 años de vejez.
 
Generalmente el vermut se ha elaborado siempre con vinos de "menor calidad", o dicho de otro modo, con vinos a granel, ya que su carácter quedaba mitigado al infusionarse con decenas de plantas, especias y raíces. A este vino, junto a los botánicos, se le encabezaba con alcohol vínico.  En este caso, partimos de un vino base de gran calidad, un amontillado con 10 años de crianza, y un vino dulce de Pedro Ximénez, ambos de una de las bodegas  de referencia de la DO Jerez-Xerés-Sherry y que tienen como característica que ya son vinos encabezados - con lo que el alcohol ya está más que integrado-.

¿El resultado? Una maravilla..aunque algo peligroso, porque entra demasiado bien...
 

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