domingo, 28 de febrero de 2016

"VINYES SINGULARS", una bodega "auténtica"

Acompañado de dos buenos amigos y compañeros de vinos, visité Vinyes Singulars (Cal Batlle Viticultors) el pasado viernes 19 de febrero. La bodega está en Pacs del Penedés. 
 
Si bien el Penedés no es una de mis zonas preferidas en cuanto a vinos se refiere, sí hay que valorar que se trata de una zona con una larga tradición vitivinícola y  donde, por tanto, hay infinidad de bodegas que visitar a unos pocos kilómetros de la ciudad de Barcelona.
 
Ignasi, quien actualmente lleva las riendas de la finca, que no únicamente se dedica a producir vino, fue un perfecto Cicerone.  Haciendo un poco de historia y para centrar la visita nos indicó que la finca lleva explotándose desde aproximadamente el año 1400, y que de hecho de las 120 Ha. que comprende, tan sólo 34 están dedicadas a la vid.
 
Su familia, y esto es lo relevante en mi opinión, se dedica a la agricultura. Son "payeses", vamos...y cultivan patatas, cebollas, tienen olivos, almendros, etc. Un oficio, el de agricultor, que no solamente es muy digno, sino además fundamental en nuestras vidas y que se está perdiendo sin remedio. Digo esto porque quienes están detrás de esta Bodega no son, por tanto, viticultores al uso. Son principalmente agricultores y de ahí ya podréis deducir que tipología de vinos son los que elaboran.
 
Sigo con más datos; de las 34 ha. de viñedo, el 90% de la uva recogida se vende a otros productores - como podéis imaginar en la zona en la que está enclavada la bodega, principalmente se trata de grandes productores de Cava -. El 10% restante es el que ellos emplean en elaborar sus propios vinos, siempre  a partir de variedades autóctonas (Macabeo, Xarel.lo, Xarel.lo Vermell, Monastrell, Sumoll, Malvasía de Sitges, Parellada). De uvas foráneas, por poner un ejemplo, sólo 1 ha. está plantada con Merlot.
 
El paseo por la viña fue estupendo. La finca tiene diversas parcelas ubicadas dentro de la misma zona aunque algunas algo retiradas. Algunas de ellas son de viña vieja, de más de 60 años (esencialmente de Macabeo), y otras de viña joven que han plantado hace menos de 10 años. Como podéis ver en las fotos, esas cepas en vaso que parecen querer salir del suelo para darse a conocer son espectaculares; me sorprendió especialmente el tamaño de alguna de ellas. Ignasi nos comentó que entre otras cosas el sistema de poda influye notablemente en esta cuestión.
 
Como también podéis ver en las fotos, algo particular de este viñedo son unas excavaciones que existen bajo el mismo. Y es que estas parcelas sirvieron durante la guerra civil como aeródromo republicano y se excavaron allí estos pequeños refugios antiaéreos donde podían esconderse el piloto, el mecánico del avión y el artillero. Hoy día, sirven para el reposo y crianza de los espumosos ancestrales que elabora la bodega.
 
La primera vendimia en serio de la bodega fue la del 2012, hace 4 días como aquel que dice, sin embargo he de decir que probé bastantes de sus vinos naturales, y están simple y llanamente riquísimos. No hay en ellos ni rastro de esas aromáticas y sensaciones de boca algo desagradables que en inicio encontramos en los vinos naturales. Son vinos naturales, pero bien hechos.
 
El trabajo en bodega es también como sabemos fundamental a la hora de hacer vinos. Su filosofía es tanto en los vinos naturales como en el resto de los vinos que elaboran, la mínima intervención en el vino. Se emplean siempre levaduras autóctonas y las parcelas se suelen vinificar separadamente.
 
Siguiendo con la filosofía de quienes dirigen la bodega, todo lo que se emplea en la crianza de los vinos es producto de proximidad. Así por ejemplo, las barricas de crianza las hace un artesano de la zona; son de gran tamaño y de castaño, porque se busca una mayor oxidación y en cambio poco aporte de madera al vino. Esas características las reúne el castaño. 


Por otro lado, algunos de sus vinos hacen una crianza en ánforas, por supuesto, elaboradas por una persona de los pueblos aledaños, a partir de arcilla y otros materiales de la zona. Estas ánforas tienen una capacidad de 300 litros y se sellan con cera de abeja.
 
Tras el paseo por algunas parcelas, y la visita de la pequeña bodega, pasamos a la degustación de algunos vinos. De los que veis en la foto, probamos 4, y otros 2 que no aparecen en la foto.
 
En primer lugar un Cava, monovarietal de Xarel.lo, con 12 meses en rima:  el "609". El nombre viene del número de cosechas que a partir del año 1400, en que se empezó a trabajar la finca, han pasado hasta el 2014, año de elaboración de este espumoso. Es un cava de viña joven, pero con un perfil muy distinto a la mayoría de cavas que tomamos, porque aquí hay mucha madurez, mucha fruta blanca. La bodega nos explicó Ignasi apuesta por vinos que sean para tomar ya, y no busca ni largas crianzas ni vinos que tengan una gran evolución en el tiempo. Por ello, la uva se recoge ya con un cierto grado de madurez, cosa no habitual en la mayoría de cavas.

El segundo vino fue un espumoso ancestral de Macabeo y Xarel.lo, ambos de viña vieja. Su nombre "Elemental", con algo de aromas herbáceos en nariz, resinas, y gominolas. En boca muy frutal aunque con algo más de nervio que el anterior.

Pasamos a un rosado, también espumoso, en este caso un ancestral de Macabeo, Xarel.lo, y Monastrell. Su nombre "Al Rosa que l'amor s'hi posa". Un vino de un precioso color rubí a la vista, con cierto tanino en boca y fruta roja (granada, fresas). Un vino espumoso sumamente bebible por ejemplo mientras preparamos la comida o en un aperitivo.

El "Macabeu 2015" está todavía por acabar, pero lo que probamos está espectacular. Es un vino tranquilo de macabeo, sin sulfurosos añadidos, y que fermenta en barrica de castaño, donde también hace una crianza de alrededor de 5 meses. Floral, con mucha intensidad en boca y un final algo mineral. Fascinante.

Por si esto no fuese poco, probamos una prueba de un vino joven de Monastrell del que solo tienen 70 botellas y que se están planteando en el futuro sacar al mercado si tienen suficiente excedente de esa variedad. El vino resultó maravilloso, uno de esos vinos frutales, redonditos y de los que sin darte cuenta te acabas bebiendo la botella.

El remate fue otro espumoso ancestral, en este caso un producto nuevo de la Bodega que saldrá en breve al mercado y que probablemente aparezca con el nombre de"Toma castanya". El nombre le va que ni pintado porque el vino (un monovarietal de Xarel.lo) fermenta en barrica de castaño...y puedo dar fe de que será todo un bombazo!!.

Por si alguien está interesado, la mayoría de los vinos de Cal Batlle Viticultors los podéis encontrar en Celler Castañé, de Argentona. 
 


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