viernes, 8 de mayo de 2015

La hora del Vermut

En los últimos años el Vermut está viviendo una segunda juventud, y  ha tomado un impulso como bebida principal en el aperitivo. No hay más que ver la cantidad de establecimientos/bodegas que han abierto tus puertas en estos últimos tiempos en la ciudad de Barcelona ofreciendo una buena oferta de vermuts.
 
En el día de ayer, en la Vinacoteca (c/ Valencia, 595, Barcelona), se congregaron 8 marcas de vermuts, dentro de un evento bautizado como "Festival del Vermut"  en el que tuvo lugar además la presentación del libro "Teoria i Pràctica del Vermut" , de los autores Josep Sucarrats, Miquel Àngel Vaquer y Sergi Martín.
 
Pero...¿qué es el vermut? Pues por dar una definición simple, un vermut no es más que un vino aromatizado. La base de un buen vermut es un vino al cual se le añade alcohol vínico (el obtenido de la destilación de un vino) que ha sido macerado o infusionado con hierbas, flores, especias, frutas, etc. Posteriormente esa mezcla, ese vino encabezado, requiere de un tiempo para su estabilización y perfecta unión de sus componentes, que puede o no tener a su vez una cierta crianza en tinas o barricas de roble.

De entre estas hierbas, frutas y especias la que nunca falta es la Artemisia, también denominada vulgarmente ajenjo, responsable de  ese sabor amargo tan característico del vermut. El ajenjo (Artemisia absinthium ) ha sido desde antiguo considerada como una planta con efectos beneficiosos para los malestares estomacales y también contra la fiebre.

El sabor amargo está íntimamente relacionado con una incitación a comer y por ello, el vermut es un clásico para acompañar un aperitivo, ya que las bebidas dulces en este momento previo al ágape pueden tener el efecto contrario. Pese a ello, dentro de los vermuts, podemos diferenciar dos grandes tipos, vermuts secos y  dulces (en los segundos tendríamos un contenido de azúcar residual superior a los 120 gr/litro).

En realidad cada marca tiene su propia fórmula secreta sobre los "botánicos" que utiliza para aromatizar su vermut, pero entre los habituales estarían el anís estrellado, el hinojo, la melisa, el cardamomo, la piel de naranja, el romero,  y muchos más.
 
Entrando ya en materia, los vermuts que pudieron degustarse ayer en Vinacoteca fueron los de las marcas: Casa Mariol, Yzaguirre, Martini, Cinzano, Bodegas Martínez Lacuesta, Perucchi y Vermouth Com el d’Abans. Sin duda fue una buena muestra representativa de la diversidad que podemos encontrar en este producto.
 
Hay que empezar por establecer una clara diferencia entre los vermuts italianos (Cinzano, Martini) con respecto a los de nuestro país, y es que estos vermuts italianos tienen un amargor extraordinario, muy marcado, que puede que no sea del agrado de todo el mundo. Ese amargor, según me comentaron en el expositor de Cinzano, obedece a que en la elaboración del vermut se emplea caramelo quemado, que además de color, aporta una nota más amarga. Si entendemos ese amargor tan presente, el Cinzano 1757 me pareció un vermut maravilloso. También el Cinzano clásico, que tiene la misma base aunque el primero es algo más intenso, tiene un grado alcohólico mayor y la extracción de los aromas se realiza de forma más lenta.
 
Uno de los clásicos en Cataluña es el Vermut Izaguirre. Había probado antes el blanco con crianza y ayer pude catar el negro, también con una crianza de 12 meses y alrededor de 80 elementos de maceración. Es un vermut con un perfil aromático muy vinoso, en el que se nota el paso por barrica con fuertes balsámicos, y en boca es muy intenso pero goloso. No hay esas notas amargas marcadas, pero tampoco dulzor.  Hay en definitiva un equilibrio bastante bien logrado. Tiene 18% de alcohol.
 
 Tenía ganas de probar el vermut gallego  de Nordesia. El blanco elaborado con Albariño principalmente y el rojo con vino de la variedad Mencía. Buena aromática en ambos casos, pero en boca algo desequilibrante por su amargor. Es entre los vermuts españoles el más parecido a los vermuts de corte italiano.
 
El vermut Casa Mariol, es el que habitualmente consumo en casa. Lo probé en una ocasión y me encantó aunque quizás ello sea debido a que no soy un gran consumidor de esta bebida. Yo lo definiría como un vermut fácil, que gusta a prácticamente a todo el mundo y que sin tener un dulzor presente si está falto de ese punto amargo punzante final.
 
El Vermut Com el d'Abans, está elaborado en Reus, una de las zonas emblemáticas de esta bebida, aunque el vino procede tanto de  Tarragona como del Penedés. Tanto el blanco como el rojo son vermuts muy untuosos, que llenan la boca, y aromáticamente quizás menos expresivos. El rasgo, a mi modo de ver, que más destaca de este vermut es que son los más "dulces" de los presentes ayer. Esto tiene un punto a favor, y es que son fáciles de beber...pero un punto en contra...y es el peligro que esto último tiene. Buena relación calidad precio, la botella creo que sale por menos de 5 euros.
 
Muy interesantes los vermuts de Perucchi, empresa elaboradora ubicada en Badalona. Todos sus vermuts se elaboran exclusivamente con vinos blancos  procedentes del Empordà y de Tarragona. A partir de ahí, al vermut negro se le añade caramelo para darle ese color ambarino intenso que presenta, y al que también contribuye el alcohol vínico que previamente se ha macerado con nueces verdes que se dejan secar. Son vermuts que no tienen antioxidantes añadidos, hay buena intensidad aromática en ellos (son ambos muy florales y herbáceos) y en la boca intensos y especiados.
 
 Por último pude probar también los vermuts elaborados en La Rioja por Bodegas Martínez Lacuesta. Junto a los de Nordesia, son los de un mayor amargor entre los nacionales. Elaboran un vermut blanco, un rojo sin crianza y tres con crianzas de 7 meses en roble francés, 12 meses en roble de acacia, y 12 meses en roble francés.
 
 

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