sábado, 11 de junio de 2016

ALASTRO 2011, vino de Sicilia


Elaborador/Bodega:  Planeta  (http://planeta.it)
Variedades: Grecánico (95%), Fiano (5%)
Grado alcohólico: 12,5%
Precio orientativo: 13  €
Denominación de Origen: IGT Sicilia


Datos sobre la elaboración: El viñedo se sitúa a unos 250 metros sobre el nivel del mar en la zona de Menfi y Sambuca de la isla (orientación suroeste), lo que permite una maduración de la uva de forma algo más lenta y progresiva. La fermentación tiene lugar en depósitos de acero inoxidable con sus lías durante 6 meses. Posteriormente el vino  envejece en fudres de acacia durante 6 meses.

Las añadas posteriores a este 2011, se elaboran sobre la base de la variedad Grecánico, pero hay una pequeña proporción de Sauvignon blanc y de Grillo.
 

No me suele pasar, pero en ocasiones he de reformular mis catas. Catar un vino requiere de un cierto tiempo si quieres hacerlo a conciencia, y además poniendo todos tus sentidos a trabajar para ello. Si no es así, pasan cosas como la que me pasó con este vino en el que hice una primera valoración algo "floja", pero que después tuve que corregir al alza al ir recatando el vino con lo que me había sobrado el día que abrí esta botella.
 
Su puesta en escena es espectacular, ya que se nos presenta en la copa como un vino deslumbrante, limpio, de un color amarillo limón intenso, realmente muy atractivo.  Lágrima abundante, incolora, gruesa y de caída lenta.
 
Si metemos la nariz en la copa y vamos dándole al vino cierto tiempo para que respire, percibimos su complejidad, su diversidad de notas. Es una nariz fragante, delicada, con aromas de flores blancas, alguna punta cítrica, y toques de resina de pino, inicialmente. Con posterioridad aparecen las notas más maduras, de membrillo, melón, orejones, y una sutil madera vieja que envuelve el conjunto.
 
Lo importante de un vino siempre es su boca, lo que nos transmite cuando lo bebemos, y este es un vino muy completo que no deja indiferente. Es muy voluminoso pero de tacto sedoso, intenso y sabroso a partes iguales, y cuenta con una acidez estupenda que como sabemos hace menos pesados a los vinos, y les da potencial de envejecimiento. En este caso, por ejemplo, pienso que este Alastro 2011 puede consumirse en los próximos 2-3 años sin problemas.

Cuando un vino tiene un paso por boca que nos acaricia el paladar, mantiene una acidez muy presente pero de aquellas bien puestas - de las que no nos obligan a hacer muecas raras -,  nos invita a la salivación, y nos deleita con una profundidad y sabor persistente ...sin duda es que se trata de un buen vino.
 
Complejidad, untuosidad, mineralidad, frescura, y un buen precio.  Todo esto y mucho más tiene este Alastro 2011.



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