lunes, 16 de marzo de 2015

Cata de Vinos de la variedad SUMOLL, organizada por la Revista Cupatges

 
En el día de ayer, miércoles 15 de marzo, tuvo lugar una cata de vinos de la variedad sumoll dirigida por Ramón Roset, gran comunicador y experto en diversos temas gastronómicos, entre ellos el vino y sus maridajes. La cata estuvo organizada por la revista "Cupatges", que ha llevado a cabo ya otras citas como ésta, siempre dedicadas a variedades catalanas poco conocidas o digamos, más o menos, residuales.
 
En el caso de los vinos de Sumoll, para que nos hagamos una idea, no existen en el mercado más de 12-14 vinos monovarietales de esta variedad. En la sesión de ayer tuvimos la oportunidad de probar 6 de los más representativos, de los elaborados por los enólogos que más se han dejado la piel en la misma, pero a la vez muy diversos entre sí, ya que  catamos desde vinos jóvenes recién embotellados hasta vinos con media-larga crianza en roble y de añadas entre el 2011 y el 2009.
 
Pero, empezando por el principio, ¿qué variedad es la Sumoll? ¿Cuáles son las características de los vinos elaborados con ella? Pues bien, estamos ante una variedad autóctona del Penedés, muy productiva y de maduración tardía, por lo que suele ser una de las variedades que generalmente se vendimian más tarde. Como punto favorable, cabe decir que es una tipo de uva que agarra fácilmente incluso en suelos de poca profundidad y con la que se elaboran todo tipo de vinos (blancos, rosados, tintos, espumosos y dulces).
 
Los vinos de la variedad Sumoll tienen tres características muy evidentes:  
 
 1.- poca coloración, es una variedad con muy poca extracción, similar en capa a lo que sería la Trepat o ya en cuanto a variedades internacionales, la Pinot Noir.
 
2.- Acidez vibrante, sin duda su rasgo más evidente. Pese a vendimiarse con cierta madurez, una de las características propias del varietal es su elevada acidez, casi desbocada, y dando notas muy vegetales en boca. Esta acidez hace que esta pueda ser una variedad muy apta para elaborar espumosos y de hecho ya hay algunos proyectos de algunas bodegas en esta dirección.
 
3.- Notable tanicidad. Esta característica hace que esta sea una variedad complicada para la elaboración de vinos, ya que si atendemos a esta condición y a la vez al hecho de que se trata de una uva que madura con dificultad, podemos encontrarnos que en función del momento de la vendimia, el vino resultante sea poco agradable o difícil de beber. Precisamente también, este carácter tánico, es una dificultad añadida para elaborar vinos con cierta crianza en madera, ya que a la tanicidad que nos aporta la barrica hay que tener presente la propia tanicidad varietal.  
 
Catamos, como ya he avanzado anteriormente, un total de 6 vinos:
 

Vinyes de l'Albà 2014. Vino joven de la DO Catalunya, con una coloración típica del varietal, color piruleta, capa baja, y una nariz cargada de fruta roja y pimienta blanca. En boca una acidez eléctrica, poca estructura  y unos aromas de boca de fruta roja y herbáceos. Sin duda puede mejorar con algo de tiempo en botella.
 
Solé  Gibert 2014. Como el anterior, otro vino sin paso por barrica. En nariz es algo más maduro, hasta el punto que tras un tiempo en copa muestra notas de higo seco junto a unas notas lácticas y de yogur de fresa muy agradables. En boca la acidez es algo más moderada que el anterior, pero es claramente lo que sobresale del vino.
 
Jané Ventura 2012. DO Penedès. Pasamos ya a el primero de los vinos con cierta crianza en madera (aproximadamente 8 meses). El color es ligeramente más profundo, aunque seguimos en capa baja-media, pero la nariz es más compleja que los anteriores, muy elegante, apareciendo junto a la fruta roja ciertas notas balsámicas y de especias dulces de la crianza.  En boca, buena acidez pero muy bien integrada, nada estridente. Sin duda, para mi el mejor vino de todos los catados.
 
Can Ràfol dels Caus 2011. DO Penedés. De todos los catados hasta el momento, el que tiene una capa más ligera. En nariz hay complejidad y finura. En boca se queda sin embargo algo vacío y falto de estructura.
 
Mestre Vilavell Vinyes Velles 2011. DO Catalunya, Es ya un vino con algo más de crianza en barrica, y visualmente algo más oxidado, con tonalidades dirigidas hacia colores teja. El enólogo Jaume Arboles, padre de este vino, mide hasta el segundo el tiempo de maceración y ello se nota en la nariz, perfumada, elegante, y muy frutal, pero sin presencia de notas herbáceas. En boca es intenso, untuoso y conservando una notable acidez. Mi conclusión es que tiene una nariz muy buena, pero la boca no queda a la altura de aquella.
 
Gaintus 2009. Josep Queralt es el enólogo que más ha trabajado la variedad Sumoll, apostando por ella cuando nadie lo hacía y llevándola a tratamientos de elaboración que nadie ha hecho, con un resultado bastante bueno. Estamos ante un vino de la DO Penedès con crianza de 12 meses en roble, y una capa que nada tiene que ver con los anteriores; pese a la añada, y a la tendencia de esta variedad a oxidarse hacia tonos marronáceos, este vino tiene un color picota precioso y un ribete cardenalicio. En nariz es algo más tímido inicialmente, luego sale la fruta negra y los balsámicos.  En boca hay una acidez muy bien trabajada, especias y algo de cuero.  Es un buen ejemplo de Sumoll bien trabajada aunque sinceramente su precio es desorbitado para lo que ofrece.
 
En resumen, una cata muy interesante ésta. Nos permitió a los asistentes saber más de una variedad poco conocida, y entablar un diálogo muy enriquecedor entre los presentes.
  
 

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